La relación entre tu trabajo y el sueño.

Mujer durmiendo laptop

Seguramente, habrás notado cómo las noches en las que mejor duermes son premiadas con una buena productividad durante tu día siguiente. Con un buen sueño, deberías de nunca notar falta de concentración en tus actividades, un bajo nivel de energía, ni presentar ninguna dolencia por los efectos de bruxismo (rechinar los dientes por lo noche) ni por apretones de mandíbula en las mañanas. 

Los dolores de cabeza, la ansiedad prolongada y el bajo rendimiento laboral no tienen lugar en el día de una persona que duerme bien, prueba de esto, existen múltiples estudios y expertos de sueño que lo confirman. 

Sin embargo, el promedio de horas laborales en Estados Unidos es de 9.5 horas, gracias al trabajo en línea, que permite llevar el trabajo fuera de las oficinas y que por desgracia, puede aumentar el número de tareas por día y por ende, el tiempo que pasemos frente a la computadora, haciendo que el tiempo que usamos para descansar y dormir sea más difícil de aprovechar, aunque estemos en casa. Irónico, ¿no lo crees?

Esta falta de descanso puede hacer que seamos aún menos productivos con nuestras tareas y que terminemos haciendo nuestro trabajo con mala calidad, o con un mayor margen de errores, además, podría aumentar nuestro nivel de estrés y llevarnos a abandonar una actitud positiva en nuestros días. 

A todo esto, podríamos preguntarnos ¿Cómo podríamos tener un mejor sueño?

La higiene de sueño, de seguro, es uno de los aspectos a cuidar al momento de estar buscando un mejor descanso. Se podría lograr por medio de un buen colchón, o camas inteligentes, prendiendo luces cálidas antes de dormir, consiguiendo un espacio en silencio en el que se pueda descansar y con buena privación de luz por la mañana. Esto podría lograrse con unas buenas persianas o cortinas “black out” que no permitan la entrada de la luz tan temprano.

Ahora bien, ¿Qué son las camas inteligentes y cómo podría ayudarme a dormir mejor?

Las camas inteligentes son la combinación de un colchón ajustable con una base inteligente que permita el movimiento de dicho colchón, de manera que sea posible cambiar de posición y disfrutar de un mejor confort durante la noche. Las camas inteligentes han llegado para quedarse a las tiendas de artículos de sueño. Hoy en día, estas han dejado de ser exclusivas para la venta a hospitales y sus proveedores han logrado percibir que las camas inteligentes pueden ser de gran ayuda para todos, por lo que las han hecho más modernas y aptas para usarse en habitaciones comunes. 

La posición en la que dormimos influye de gran manera en nuestro descanso, al igual que la calidad del colchón sobre el que descansamos. Las camas inteligentes tienen la capacidad de corregir nuestra postura al dormir, ayudándonos a liberar presión y peso en la zona lumbar, hombros y cuello, y distribuyendo nuestro peso corporal. De esta manera, nuestro cuerpo puede descansar mejor y para aquellos que sufren de apena de sueño o ronquidos, les puede ayudar a tener una mejor capacidad para respirar correctamente y evitar estas obstrucciones. 

Las camas inteligentes pueden ser la respuesta para un sueño del que despiertes sin dolores musculares por la mañana, y con la energía necesaria para enfrentar un día laboral y terminarlo con resultados efectivos y productivos. 

Recuerda que para lograr una meta, ¡un buen sueño es lo primero a lograr en la lista!